sábado, 24 de octubre de 2009

HONDURAS: HIPOCRESIA QUE SUBLEVA

HONDURAS: HIPOCRESÍA QUE SUBLEVA
Por Ariel Corbat
OPINION El retorno de Manuel Zelaya a Honduras y su alojamiento en la Embajada del Brasil, son un claro mensaje respecto a quién ejerce el liderazgo regional en Sud y Centroamérica.
Jueves, 24 de Setiembre de 2009
El retorno de Manuel Zelaya a Honduras y su alojamiento en la Embajada del Brasil, son un claro mensaje respecto a quién ejerce el liderazgo regional en Sud y Centroamérica. Con el guiño de los Estados Unidos, que ya tiene demasiados problemas en el mundo como para seguir saliendo a ligar cachetazos, el Presidente Lula le marca la cancha al caudillo venezolano Hugo Chávez, acaso poniendo varios grados de corrección al rumbo pro-chavista que Zelaya pretendía imprimirle a Honduras. Pero está jugando con fuego. Empujar a Honduras hacia la anarquía tanteando la vía de la insurrección popular cuando es cuestión de días llegar a las elecciones, es despreciar la vida y la inteligencia de los hondureños.
¡Qué poca grandeza bajo el sombrero de Zelaya! Su ambición de poder le impide ahorrar sufrimientos al pueblo y prefiere en cambio seguir coqueteando con la intervención extranjera. Y que extraña idea de la defensa de la democracia evidencian las naciones que en lugar de allanar el camino a los comicios procuran echar leña al fuego y quemar las urnas.
Nadie piensa en los ciudadanos de a pie. En las vidas de cosas cotidianas y sueños pequeños que ya teniendo una existencia difícil se verán afectadas por padecimientos innecesarios, en lo irreparable de las muertes producidas y las que posiblemente ocurran.
El capricho de deshacer lo hecho volviendo a poner a Zelaya en el Gobierno es prácticamente inviable. ¿Qué pasaría con el Congreso? ¿Qué pasaría con el Poder Judicial? ¿Se debe remover a los otros dos poderes para restituir el mando a Zelaya? Imponerle a Honduras el retorno del presidente destituido sería agrandar la herida de la democracia hondureña. Roberto Micheletti no es exactamente una lumbrera, comete torpezas increíbles, pero no hay proscriptos en las elecciones propuestas desde que Zelaya estaba constitucionalmente inhabilitado para un nuevo mandato. Luego, seguramente, las notorias desprolijidades en la destitución de Zelaya darán lugar a procesos judiciales (cosa que ya dejó entrever el Presidente de la Corte Suprema de Honduras), porque es el transcurrir de las propias instituciones lo que renueva y fortalece la constitucionalidad de cualquier país.
Me subleva la hipocresía del continente americano, que tan dócil frente a la perpetuidad de la dictadura cubana, donde no existen las urnas ni se avizoran comicios, llena la boca de cancilleres y presidentes que hablando de democracia se horrorizan porque en pocos días vaya el pueblo de Honduras a decidir su futuro en las urnas. A una crisis transitoria la quieren extender indefinidamente, total los que sufran serán hondureños, único pueblo de América y del mundo al que los democráticos líderes de la OEA le advierten que su opinión en las urnas no será tenida en cuenta.
Desde aquí, mi modesta razón de escribir es manifestar y reclamar solidaridad para con el Pueblo y la democracia hondureña. Será sin duda un ejercicio banal desde que no se oyen voces que cuestionen en la Argentina el discurso oficial sobre la suerte de Honduras. La oposición parlamentaria no cuestiona nada, acaso porque al no tener real vocación de poder no contempla una alternativa a la orientación actual de la diplomacia.
Así, la República Argentina, sin voz propia, viene jugando un triste y opaco rol de comparsa en este conflicto. Lejos está el tiempo en que nuestra diplomacia sabía sentar doctrina y enorgullecer a la Nación con la valiente cordura de un Canciller como Luis María Drago. Obviamente sería injusto comparar al actual Canciller Jorge Taiana con un gigante de la talla de Drago, pero tan lejos estamos de aquello que me vienen a la memoria estos afilados e hirientes versos escritos para el 25 de Mayo de 1876 por el Dr. Ricardo Gutiérrez:
“Para que el negro del Brasil, ufanote
muestre a su señor, como un trofeo,
Patria de San Martín y de Belgrano
hundida bajo el taco de un pigmeo”.
El pigmeo al que aludía Gutiérrez no era ni más ni menos que el Presidente Nicolás Avellaneda, al que apodaban “Chingolo” por los tacos de su calzado con los que intentaba disimular en algo la baja estatura. Que nadie se ofenda, pero si Avellaneda fue un pigmeo ante los calificados ojos de Ricardo Gutiérrez, hoy su pluma lamentaría que al borde del Bicentenario seamos, apenas y por decirlo misericordiosamente, una tierra pisoteada por liliputienses.




viernes, 23 de octubre de 2009

HONDURAS UN PULSO DE FUERZAS

Honduras, un pulso de fuerzas
Honduras, 23.10.09 - Joaquín Villalobos: diarioSPAMFILTER@elheraldo.hn

La deportación de la hija de Micheletti por el Gobierno de EE UU, la negación de la entrada de los embajadores de la OEA a Tegucigalpa, el ultimátum del Gobierno de facto a Brasil y la respuesta de este comenzaron a convertir la crisis hondureña en una cuestión de pulso de fuerzas que aparentemente ha comenzado a corregirse.
La racionalidad política debe imponerse sobre el dogmatismo diplomático
Un pulso de fuerzas solo conduciría a que la violencia entre los hondureños sea la forma de dirimir arrogancias nacionales e internacionales. Si ese fuera el escenario, la radicalización ideológica, la lucha callejera y la represión tomarían pronto los primeros planos. Hasta ahora la lógica más generalizada ha sido tomar partido por el "bueno", o por el "malo", en vez de actuar para evitar un conflicto.
Tanto Zelaya como Micheletti son personajes congruentes con el atraso de su país, de poco sirve medirlos por quién es el peor o el mejor.
Centroamérica está atrapada entre el dogmatismo de la formalidad diplomática y la pobreza de la racionalidad política. Ha habido una reacción desproporcionada de la comunidad internacional que olvida la intromisión de Chávez en Honduras como factor generador del golpe. El castigo que se ha aplicado es superior a la falta. El gobierno de facto representa a una sociedad asustada, no es ni una dictadura real, ni una dictadura potencial. Es el miedo a Chávez y a verse como Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nicaragua lo que provocó el golpe. La comunidad internacional no les ha ofrecido hasta ahora una solución a su miedo y a su desconfianza, sino que los continuó asustando y haciendo desconfiar más, y eso ni es político, ni es diplomacia, ni sirve para resolver conflictos, sino para hacerlos crecer.
Intentar sentar un precedente contra los golpes de Estado usando a un país tan pequeño y pobre como Honduras no tiene sentido. No se puede ejemplarizar con un hecho atípico a países que tienen realidades diferentes. Al igual que cuando Reagan pretendió usar a un país tan pequeño como El Salvador para sacar a EE UU del trauma de la derrota de Vietnam, ahora la izquierda quiere usar a Honduras para sacarse el trauma de los golpes de Estado. La política de la derecha de Reagan nos costó 75,000 muertos a los salvadoreños; ¿cuántos hondureños muertos quiere la izquierda para sacarse su trauma?
No hay posibilidad de contagio de golpes de Estado en todas partes, esto es tan cierto que los gobiernos de izquierda de Chile, Brasil y Venezuela están rearmando considerablemente a sus ejércitos.
La idea de que si el gobierno hondureño es ilegítimo las elecciones de noviembre serían ilegítimas, es una barbaridad política; antes a los gobiernos de facto se les demandaba realizar elecciones libres y todas las transiciones democráticas parten de gobiernos ilegítimos, esa sería la realidad si en Cuba se realizaran elecciones libres.
El problema es que la ilegitimidad de esas elecciones podría colocar a todo Centroamérica en una nueva, prolongada, contagiosa, desbordada y violenta crisis de gobernabilidad que se sumaría a todos los graves problemas de miseria e inseguridad que ya tiene la región. En Guatemala, además de una hambruna, hay una dualidad de poderes entre el gobierno y el crimen organizado; en El Salvador hay tres poderes, el presidente Funes, el FMLN y la mara Salvatrucha; en Honduras no hay gobierno y con ello se está fortaleciendo el narcotráfico; y en Nicaragua, Ortega realizó un fraude electoral y está intentando relanzar un proyecto autoritario.
Centroamérica tiene una sola carretera que la comunica y Honduras está en su parte media; el comercio entre los países centroamericanos representa en promedio el 30% de sus exportaciones para cada uno. Es decir, que la inestabilidad de Honduras terminará afectando a todos. Cuando El Salvador invadió a Honduras en 1969, la consecuencia del cierre de la frontera hondureña fue una guerra civil en El Salvador.
En los años ochenta, el presidente Óscar Arias no se involucró en la pacificación de la región solo por altruismo, sino porque Costa Rica había recibido 500,000 nicaragüenses, una sexta parte de su población. Igualmente, México promovió la pacificación porque por su territorio pasaron seis millones de centroamericanos hacia EE UU.
Si en la actual crisis hondureña se imponen las arrogancias y los dogmatismos diplomáticos sobre el pragmatismo y la racionalidad política, Centroamérica podría de nuevo expulsar a millones de personas, que no saldrían hacia Brasil, España, Venezuela o Chile, sino hacia México y EE UU, con todo lo injusto y triste que ese camino es para los más pobres.
Igual podrían surgir varios "narcoestados" en la región como retaguardias de los carteles mexicanos y colombianos. Si Zelaya ya está en Honduras, son los hondureños quienes deberían resolver su problema mediante un diálogo nacional, la comunidad internacional debería observar las elecciones de noviembre y reconocer a quien resulte electo. Los centroamericanos no merecemos ser de nuevo usados para que otros se saquen sus traumas solo porque somos países pobres y débiles.

miércoles, 21 de octubre de 2009

"MEL ZELAYA" DISPARO LA DEUDA PUBLICA DE HONDURAS

Mel” disparó deuda pública para presupuestos

La administración anterior aumentó el endeudamiento en 17,134.1 millones de lempiras. La emisión de bonos se incrementó en 9,769.1 millones de 2007 a junio del presente año

20.10.09 - Actualizado: 20.10.09 11:45pm - Luis Rodríguez: luis.rodriguez@elheraldo.hn
Tegucigalpa, Honduras.

Cuando Manuel Zelaya Rosales asumió la Presidencia de la República, el 27 de enero de 2006, la situación del endeudamiento público era manejable.
La administración de Ricardo Maduro había heredado una deuda interna sostenible, con 6,940.6 millones de lempiras en saldo, y un compromiso del BID de condonar 1,360 millones de dólares, el que fue efectivo en abril de 2006, reduciéndose a 3,021.6 millones de dólares la deuda pública externa.
El 28 de junio de 2009, cuando Zelaya fue removido del cargo por las constantes violaciones a la Constitución de la República, la deuda pública era una amenaza para las finanzas por la creciente emisión de bonos para salvar de la bancarrota a empresas públicas mal gerenciadas, como la ENEE, y cubrir el desbalance fiscal.
El gobierno interino de Roberto Micheletti, a través de su secretaria de Finanzas, Gabriela Núñez, ha lanzado una advertencia a diferentes sectores de la sociedad y en especial a los candidatos a la presidencia de la República: "estos altos montos de endeudamiento interno no serán sostenibles, ya que en los últimos años la absorción de recursos para el financiamiento del déficit ha crecido aceleradamente y la deuda de corto plazo presionará aún más las finanzas públicas".
La presente administración ha tenido que renegociar deuda interna que vencía este mes por la falta de disponibilidad de recursos y hacerle frente a esos compromisos.
Deuda interna
A pesar de contar con una política de endeudamiento público, la que ha sido refrendada por los organismos de crédito internacional, la administración Zelaya Rosales encontró en la emisión de deuda bonificada la "fórmula" para sacar de la crisis a empresas como la estatal eléctrica.
Al cierre de 2005, el saldo de la deuda interna fue de 6,940.9 millones de lempiras, en 2006 bajó a 6,575.2 millones y en 2007 disminuyó a 6,466 millones; sin embargo, el año pasado se disparó a 12,351.7 millones, o sea 5,885.7 millones más.
Lo anterior se explica por la emisión de 4,000 millones de lempiras para que la ENEE pagara la deuda a las empresas generadoras de energía térmica, la que se acumuló en el período 2006-2007 por la decisión del gobierno de no ajustar la tarifa eléctrica.
Al primer semestre de 2009, el gobierno de "Mel" había emitido 3,883.4 millones y el saldo ascendió a 16,235.1 millones de lempiras.
De diciembre de 2006 a junio de 2009, el endeudamiento interno se incrementó en 9,659.9 millones de lempiras, cifra equivalente a un aumento porcentual de 146.9 puntos.
Crédito externo
En cuanto a la deuda pública externa, después de que el BID aprobó la condonación de 1,360 millones de dólares a Honduras, en abril de 2006, el saldo se redujo a 3,021.6 millones de dólares. No obstante, a partir de 2007, la administración anterior recurrió a la contratación de endeudamiento.
En 2007, el saldo fue de 2,049.8 millones de dólares, en 2008 se incrementó a 2,316.9 millones y al primer semestre de 2009 el saldo totalizó 2,445.3 millones de dólares. Entre 2007-2009, o sea hasta junio, la administración Zelaya Rosales recibió 395.5 millones de dólares en concepto de desembolsos.
En el año 2008, Honduras recibió la cifra histórica de 432.3 millones de dólares en concepto de desembolsos, de los que 154.3 millones de dólares fueron otorgados por el gobierno de Venezuela a través de iniciativas como Petrocaribe.
La administración anterior encontró en el gobierno venezolano de Hugo Chávez la principal fuente de financiamiento, pasando a segundo plano acreedores tradicionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial.
Endeudamiento
Esta será otra de las herencias que el gobierno de "Mel" Zelaya dejará a sus sucesores, ya que un informe de la Secretaría de Finanzas revela que el saldo de la deuda pública se incrementó en 906.6 millones de dólares en el período 2006-2009.
Solo la deuda interna aumentó en 9,659.9 millones de lempiras, equivalente a 511.1 millones de dólares. En el caso de la deuda externa, el incremento fue de 395.5 millones de dólares entre 2007 y 2009.
Para el señor Mauricio Díaz Burdeth, coordinador del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), el país volvió al círculo del endeudamiento, lo que es preocupante por las cuantiosas contrataciones de financiamiento que realizó el gobierno.
Para 2008, el Fondo Monetario Internacional estableció que el techo del endeudamiento público era de 22% del PIB -270,597 millones de lempiras-; sin embargo, al cierre, la tasa fue de 23.1% del producto interno bruto, o sea 62,451.3 millones de lempiras.
Composición
El creciente aumento que registró la deuda interna a partir de 2008 modificó el perfil del endeudamiento público. En 2006, la deuda pública totalizó 3,369.5 millones de dólares, de la que 89.7% -3,021.6 millones de dólares- era endeudamiento externo y 10.3% -6,575.2 millones de lempiras o $347.9 millones- era deuda interna.
Ese perfil cambió a junio de 2009, cuando el saldo del endeudamiento público cerró en 3,304.3 millones de dólares, de los que 74% -$2,445.3 millones- correspondió a deuda externa y 26% -859 millones de dólares o 16,235.1 millones de lempiras- era deuda interna.
Entendidos en la materia consideran que, en el mediano y largo plazo, Honduras se verá obligada a recurrir a un mayor endeudamiento interno por la decisión de la comunidad internacional de suspender los desembolsos.
* Perfil:
Normativa. La política de endeudamiento público está regida por el decreto 83-2004, reglamentos y otras disposiciones.
Destino. Las nuevas emisiones de deuda interna serán para proyectos de desarrollo y apoyo presupuestario.

martes, 20 de octubre de 2009

DE HONDURAS A CHAVEZ PASANDO POR IRAN

De Honduras a Chávez, pasando por Irán
Autor: Pilar Rahola

...haciendo buena la afirmación de que, contra la libertad, la modernidad y el sentido común, la extrema izquierda y el fundamentalismo islámico se han encontrado, son amigos y residen en la misma locura...Sobredosis de Honduras, en mi viaje por Chile. Hierven los periódicos, las tertulias, las conversaciones de todos con todos. En la cena que comparto con diputados de la Cámara, mayoritariamente de Bachelet, pero también de la oposición, el comentario es unánime. Hay que condenar el golpe de Estado -¿contragolpe?-, pero... Y el pero se convierte en la parte fundamental de una densa conversación, donde Honduras inquieta, pero quien preocupa severamente es Hugo Chávez, autentico culpable de la insostenible situación en el pequeño país centroamericano. En su columna en el diario El Mercurio, Hernán Felipe Errázuriz habla de ``las infecciones de Chávez'', y recuerda que esas infecciones están enfermando de tal manera a las democracias que atacan, que lentamente van desapareciendo como tales. Dice Hernán: ``Zelaya creía que bastaba ser elegido para ser demócrata, como Hitler, Chávez y tantos otros''. En el Diario Las Américas, Carlos Sánchez Berzain mantiene la dureza de sus otros colegas, y asevera: ``La búsqueda del poder total de este neocomunismo, para destrozar a la democracia, es ya un molde''. Y, rematando, el analista Horacio Calderón habla de ``los golpes de Estado blandos'', que están proliferando bajo los auspicios bolivarianos. Ciertamente, el intento de Zelaya de vulnerar la Constitución hondureña, perpetuarse en el poder y quebrar las leyes del país, situaron a Honduras al borde de un conflicto, que finalmente estallo de forma traumática. Me decía un notable diputado chileno que Zelaya había destruido todos los puentes con la sociedad civil, hasta el punto de que ni la Iglesia le daba apoyo. Sin clases medias, ni sectores dinámicos, sólo le quedaba el apoyo de los sectores rurales, a los que había bombardeado con el clásico populismo. Nada es, pues, lo que parece en Honduras y, sobretodo, no es lo que vende Zelaya y sus colegas del ALBA bolivariano. Llama la atención que, durante todo este tiempo, la OEA (Organización de Estados Americanos) no haya intervenido en el proceso colonialista del chavismo y ahora se preste a expulsar al nuevo Gobierno hondureño. Muy balanceados no son. Y, por supuesto, aun llama más poderosamente la atención, la actitud de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, hundida en las elecciones, atrapada en una crisis médica de mas de 100.000 afectados por la gripe A, previamente negados para no dañar los votos, y ahora decidida a acompañar a Zelaya en su retorno a Honduras. El aventurismo irresponsable de la Sra. Kirchner se está convirtiendo en una peligrosa seña de identidad de su Gobierno, hasta el punto de que, hoy por hoy, es una de las líderes del continente más desprestigiadas. Nada que ver, por supuesto, con su vecina Michelle Bachelet, cuyos aciertos políticos la han encumbrado en las encuestas. Incapaz de gobernar adecuadamente a los argentinos, la presidenta se va a decirle a los hondureños cómo tienen que gobernarse. Es más patético, y resulta un chiste. Honduras, pues, es la anécdota, pero la categoría del problema pasa por el eje Caracas, La Habana, con paseo intermedio por Teheran. Al fenómeno expansionista, pseudo revolucionario y desestabilizador que ha emprendido Chávez en la región, con la ayuda del barril de petróleo en el que está sentado, cabe sumar el exponencial crecimiento de la influencia iraniana en Latinoamérica. Un tema que preocupa a todos los Servicios de Inteligencia democráticos. Gracias a la pista de aterrizaje de Venezuela, el Gobierno de los ayatolas ha iniciado un auténtico proceso colonizador, que pasa por acuerdos comerciales, militares, industriales, y por la creación de una red de simpatizantes de Hezbollah en todo el continente. Es tal la magnitud del proceso, que incluso se han iniciado islamizaciones chiítas de pueblos indígenas, haciendo buena la afirmación de que, contra la libertad, la modernidad y el sentido común, la extrema izquierda y el fundamentalismo islámico se han encontrado, son amigos y residen en la misma locura.

lunes, 19 de octubre de 2009

LA DEMOCRACIA BAJO CONDENA

TRIBUNA: SIMÓN ALBERTO CONSALVI
La democracia bajo condena
SIMÓN ALBERTO CONSALVI 17/10/2009

En sus 60 años, la Organización de Estados Americanos (OEA) nunca expulsó a uno de sus miembros porque en él se hubiera dado un golpe de Estado, a pesar de que tales golpes fueron acometidos por personajes como Augusto Pinochet, los generales brasileños o los genocidas del Cono Sur.
Zelaya fue destituido por decisión unánime de los otros poderes del Estado, no por un golpe
Violando su propia Carta, la OEA acogió en su seno a los peores dictadores del hemisferio, a Somoza, Pérez Jiménez y Trujillo, el dictador dominicano que protagonizó La fiesta del chivo. La guerra fría y el anticomunismo fueron las primeras excusas, pero después vinieron otras hasta que, al fin, las dictaduras fueron dejadas atrás. De modo que la suspensión de Honduras el 4 de julio por el Consejo Permanente no tuvo precedentes. Si los equívocos y las contradicciones no fueran tantos, podría suponerse que, aunque tarde, la OEA comenzaba a redescubrir su propia Carta.
Al documento fundacional que imaginaba a la OEA como conjunto de Estados democráticos, se le añadió la Carta Democrática Interamericana que algunos Gobiernos, como el de Venezuela, suelen desdeñar con obstinación y buena fortuna.
A raíz de la destitución de Manuel Zelaya como presidente de Honduras, el 28 de junio, fue aplicada la Carta Democrática. Podría suponerse que con buenos fundamentos, pero no ocurrió así. La OEA se precipitó. Tenía que investigar las causas de la crisis. O, mejor, debió preverla, invocando la Carta a tiempo, antes, y no después.
Al pretender llevar a cabo un referéndum ajeno al orden constitucional hondureño, el presidente Zelaya violó la Constitución de su país, y violó asimismo la Carta Democrática. Quiso abrirle espacio a la convocatoria de una Asamblea Constituyente de manera unilateral, con el propósito de hacerse reelegir, siguiendo el manual de los presidentes de la Alianza Bolivariana, Venezuela, Bolivia y Ecuador. ¿Por qué no reaccionó entonces la OEA? Porque había perdido la fe en la Carta, y el mismo secretario general José Miguel Insulza, requerido en cierta ocasión, respondió con total desdén y, como excusa, que "más de siete países la violaban".
El presidente Zelaya no fue destituido por un golpe militar, sino por una decisión unánime de los otros poderes del Estado. Admitiendo los errores cometidos, en particular su expulsión del país, la OEA estaba frente a una situación que exigía ponderación y cautela.
En lugar de la mediación, la organización optó el 4 de julio por la exclusión de Honduras del sistema, por el ultimátum, las retaliaciones económicas, y por último y absolutamente inaceptable, la declaración de ilegitimidad de las elecciones del 29 de noviembre, ya en curso con seis o siete candidatos que representan el espectro político del pequeño país. Obviamente, la única salida constitucional a la crisis, con lo cual se despoja al pueblo hondureño de su soberanía.
¿Quién decide el destino de los hondureños, ellos o la comunidad internacional, la OEA, Unasur, la Unión Europea que nunca miró a estas crisis? Todos a una, y ciegamente, como movidos por extraños compromisos, se unieron contra el Gobierno interino, reclamando la restitución del presidente Zelaya. Hasta el Consejo de Seguridad tomó cartas en el asunto como si el pequeño país amenazara el orden mundial.
Los errores han sido tan grandes que la propia OEA ha querido obviarlos acogiéndose al Acuerdo de San José. El miércoles 7 de octubre se puso de manifiesto el equívoco de suspender del sistema al interlocutor necesario.
Al viajar a Honduras una misión de cancilleres con el secretario general para dialogar, y ahora, sí, mediar, en lo que ya no es una crisis sino un conflicto, la OEA reconoce que "para bailar tango se necesitan dos".
Concentrar el rompecabezas en la suerte de Manuel Zelaya o de Roberto Micheletti es otro error. El tiempo que les quedaría no vale la pena para ninguno de los dos. Ambos estorban. Quizás el presidente Zelaya, "hospedado" desde el 21 de septiembre de manera tan heterodoxa por Brasil, no renuncie a su proyecto de una Asamblea Constituyente que le abra el camino del regreso. De ahí su intransigencia en descalificar las elecciones. Un proyecto obviamente vinculado a la Alianza Bolivariana.
El duelo de los antagonismos está a la vista. A la comunidad internacional, comprometida de manera tan inverosímil, no le será fácil encontrar la salida del laberinto. Conviene, en suma, propiciarle a los hondureños la búsqueda de sus propias soluciones, con el cese de las interferencias, abiertas o secretas.
Simón Alberto Consalvi es editor adjunto de El Nacional, Caracas.

domingo, 18 de octubre de 2009

LA SOLUCION ES LEGAL, "LA CORTE ES LA QUE TIENE QUE TOMAR LA DECISION"

“La Corte es la que tiene que tomar la decisión”

17 Octubre, 2009
TEGUCIGALPA.- El secretario del Congreso Nacional (CN), el diputado liberal, Carlos Lara Watson, estimó hoy que la decisión de restituir en el poder al depuesto mandatario, Manuel Zelaya, debe ser tomada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Carlos Lara Watson
El congresista expresó que si la “propuesta llega al Congreso la vamos a estudiar, pero para mí es la Corte Suprema de Justicia, la que tiene que tomar esta decisión”.
Si al CN se le asigna esta misión, más bien “se perdería tiempo”, añadió Lara Watson.
Sin embargo, dijo que hasta hoy en el Congreso sólo se conocían “rumores, se ha anunciado en las noticias, pero no la conocemos (la moción).
Tenemos que ver qué propone la parte de don Manuel Zelaya y lo que propone la parte de don Roberto Micheletti”.
El diputado reconoció que las partes en conflicto representadas por delegados de Zelaya y Micheletti “están buscando un camino. Naturalmente los órganos del Estado son los que tienen que tomar esa determinación”.
“Para mí es la CSJ la que tiene que tomar esta determinación”, reiteró el diputado.
Pese a ello destacó que si fuese el Congreso el que tome la decisión, los diputados no “correríamos riesgo, porque nos enmarcaríamos en ley”.

HUGO CHAVEZ "ALERTA" SOBRE SURGIMIENTO DE GUERRILLA EN HONDURAS

Chávez "alerta" sobre surgimiento de guerrilla

Similares declaraciones emitió el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, quien informó que miembros de la resistencia buscan armas en ese país centroamericano
18.10.09 - Actualizado: 18.10.09 12:48pm - Redacción: redaccion@elheraldo.hn


Cochabamba, Bolivia
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“Que nadie se sorprenda si hay un movimiento armado en las montañas de Honduras", dijo el sábado el presidente de Venezuela Hugo Chávez, al término de la cumbre de los países de la Alba en Cochabamba, Bolivia.
El gobernante aclaró que no es un "instigador" sino que simplemente está "alertando" de la situación que podría surgir en Honduras en las próximas horas.
Chávez participó en Bolivia en la cumbre de países de la Alianza Bolivariana para las Américas, en la que llamaron a tomar medidas económicas contra el gobierno de Roberto Micheletti y a desconocer las elecciones generales del próximo 29 de noviembre.
Según el mandatario sudamericano, podría surgir un grupo armado con el fin de restituir en el poder al ex presidente Manuel Zelaya.
"Sólo estoy alertando, no soy un instigador (pero) nadie sabe en qué va a parar la situación allí”, expresó.
Similares declaraciones emitió el presidente de Nicaragua Daniel Ortega, quien informó que miembros de la resistencia buscan armas en ese país centroamericano.
“Existe una gran preocupación aquí en la región porque de la resistencia hondureña están viniendo y están buscando armas... están buscando campos de entrenamiento, tienen que saberlo", dijo Ortega.
Zelaya fue separado del poder el pasado 28 de junio por pretender cambiar el orden constitucional. El 21 de septiembre ingresó sorpresivamente al país y se refugió en la embajada de Brasil.
Desde allí ha llamado a la denominada resistencia a seguir con sus acciones para restituirlo en el poder.
La embajada de Brasil ha manifestado que Zelaya podrá quedarse en esa sede diplomática el tiempo que sea necesario.

ALBA APRUEBA SANCIONES ECONOMICAS CONTRA HONDURAS

ALBA aprueba sanciones económicas y comerciales contra Honduras

17 Octubre, 2009
COCHABAMBA (Bolivia), (EFE).- La ALBA aprobó ayer aplicar “sanciones económicas y comerciales en contra del régimen de Honduras y no permitir el ingreso o permanencia en el territorio de estos países de los responsables del proceso que llevó a Roberto Micheletti al poder.
La resolución fue aprobada por unanimidad en la primera sesión de la VII Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que se celebra en la ciudad boliviana de Cochabamba.
La propuesta con esas medidas y otras fue realizada por la canciller del depuesto presidente Manuel Zelaya, Patricia Rodas, quien afirmó ante los mandatarios de la ALBA que el diálogo en su país “ha sido definitivamente roto”.
La resolución establece además que no se reconocerá ningún proceso electoral realizado bajo el mismo régimen golpista, ni ningún resultado del mismo.
Los miembros de la ALBA también convocarán a reuniones “extraordinarias e inmediatas” de organismos regionales e internacionales como la ONU, la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y el Grupo de Río, entre otras, para discutir el tema.
Además, el bloque bolivariano pedirá a las Naciones Unidas el establecimiento de una “Comisión Especial de Cancilleres” que exija al gobierno de facto “respeto a la inviolabilidad de la misión diplomática” de Brasil en Tegucigalpa.
La citada comisión deberá demandar condiciones de seguridad “humanitarias y adecuadas” para la permanencia de Zelaya, su familia y sus acompañantes en la Embajada brasileña en Honduras.
También se encomendó al Grupo de Trabajo en Temas de Derecho Internacional, Autodeterminación, Respeto a la Soberanía y Derechos Humanos “el estudio de acciones ante instancias de justicia internacional “en contra de los principales responsables del golpe de estado en Honduras”.
“Los pueblos y gobiernos de la ALBA expresan que no se darán por derrotados ante la intransigencia del régimen usurpador frente a las resoluciones de la comunidad internacional, razón por la cual redoblarán sus esfuerzos por el restablecimiento del orden constitucional en Honduras”, señala la declaración.
El bloque se declaró “en sesión y en vigilia permanentes para acompañar la lucha del pueblo hondureño y a su legítimo presidente”, concluye.

martes, 6 de octubre de 2009

Ilegal e inconstitucional llamado a Constituyente, resuelve juzgado

La pretensión de Zelaya era la de realizar la consulta popular en todo el territorio nacional para que la ciudadanía hondureña expresara su acuerdo a no con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente
06.10.09 - Actualizado: 06.10.09 05:04pm - Redacción: redaccion@elheraldo.hn

Tegucigalpa, Honduras.

El Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo derogó este martes el decreto ejecutivo número PCM-05-2009, que ordenaba la consulta popular de la cuarta urna, aprobado el 23 de marzo por el gobierno de Manuel Zelaya.
Documento PDF: La resolución del Juzgado
La pretensión de Zelaya era la de realizar la consulta popular en todo el territorio nacional para que la ciudadanía hondureña expresara su acuerdo a no con la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, que dictara y aprobara una nueva constitución política que reformara artículos pétreos.
Esta intención, tendiente a la reelección presidencial, costó a Zelaya su titularidad en el Ejecutivo el pasado 28 de junio, y le valió un requerimiento fiscal y dos órdenes de captura.
En la demanda, incoada por los abogados Gelmer Humberto Cruz y Henry Geovanny Salgado Núñez, se alega que "el único autorizado para conocer y discutir las peticiones de realización de un plebiscito o referéndum y consultas de tal naturaleza es el Congreso Nacional de la República, el único legitimado para ello".
"El Presidente de la República en Consejo de Ministros no tiene facultades legales para ordenar la realización de ningún tipo de consulta, menos aún para llamar a convocatoria, a una Asamblea Nacional Constituyente que dicte y apruebe una nueva Constitución Política", dice la resolución.
Además, en el considerando 11 aclara que "El ser los únicos tipos de consultas que permite la Constitución, el Plebiscito y el Referéndum, y que establece qué tipo de consulta será para cada una de ellas, en las cuales en ningún caso son para un llamamiento a una Asamblea Nacional Constituyente que apruebe una nueva Constitución Política".
Zelaya, pese al pronunciamiento del Ministerio Público, que declaró el decreto como fáctico, ilegal e inconstitucional, y al emitido por el Colegio de Abogados de Honduras (CAH), aseguró en su momento que la "la consulta va y nadie la detiene".
Desde la llanura, el ex presidente ha insistido en que la instalación de una Constituyente es un compromiso con el pueblo hondureño. Este martes, uno de los líderes de la denominada resistencia, Carlos Eduardo Reina, aseguró que la Constituyente seguía siendo una meta a futuro.
La resolución emitida este martes por la Corte Suprema de Justicia determina en uno de los considerandos que hasta la insinuación de una Constituyente fuera del marco legal es ilegal e inconstitucional.
"Cualquier llamamiento o instalación de una Asamblea Nacional Constituyente que pretenda reformar o derogar la Constitución de la República, es ilegal e inconstitucional", dice textualmente la resolución en uno de sus párrafos.

EL NUEVO LIBERTADOR DE AMERICA


ROBERTO MICHELETTI:

EL NUEVO LIBERTADOR DE AMERICA!

Por: Dr. Álvaro Albornoz
Doctor en Derecho Constitucional
Abogado Summa Cum Laude
Profesor Universitario Venezolano
catrachovenezolano@gmail.com

Nadie en HONDURAS se imaginó el extraordinario papel que le ha tocado jugar a Don Roberto Micheletti en el conflicto institucional que vive esa gran nación. De ser el Presidente del Congreso hondureño y de no haber tenido mucha popularidad en la política, le tocó asumir la Presidencia del país, de acuerdo a los mecanismos previstos en la Constitución de HONDURAS y por aprobación unánime de todos los diputados presentes en esa histórica sesión; para de esta manera convertirse hoy en día en el líder indiscutible y más admirado de esa tierra centroamericana.
La grandeza, el coraje, la valentía y la dignidad demostrada por Micheletti no tienen parangón en la historia. Ha sido uno de los pocos Presidentes del mundo que no se ha arrodillado ante Chávez, que no ha vendido su patria a cambio de unos petrodólares, sino que por el contrario se ha enfrentado con mucha firmeza a las pretensiones expansionistas del régimen castro comunista de Chávez y no le ha permitido tomar posesión de su gobierno como lo ha hecho en Bolivia, Ecuador y Nicaragua, entre otros.
Micheletti, ha defendido con gallardía su patria como lo hicieron en sus tiempos, Morazán y Lempira. Ha tomado las riendas del gobierno constitucional y de manera democrática y honesta ejecuta las acciones necesarias para llevar a feliz término el conflicto hondureño. Consulta con los demás poderes los temas trascendentales y también con los candidatos presidenciales.
No ha sido fácil para el Presidente Micheletti el ejercicio de su gobierno provisional, debido a que se ha tenido que enfrentar con una fuerza poderosa cargada de petrodólares y de maldad, con intenciones de destruir la democracia en HONDURAS. No se trata del ex presidente Zelaya, quien al fin y al cabo es solo un pobre títere del teniente Coronel Hugo Chávez; se trata de un plan hegemónico y expansionista a nivel internacional que pretende implantar el régimen comunista y opresor en todos los pueblos de América y del mundo. Contra eso es que está luchando el Presidente Micheletti y el pueblo de HONDURAS, junto a sus gloriosas Fuerzas Armadas. Luchan por garantizar la libertad, la paz y la democracia a sus ciudadanos. Y al hacer esto, están ayudando a los pueblos de América, hoy oprimidos por estos dictadores farsantes, a que también se liberen y puedan salir de la pesadilla que viven.
El Presidente Micheletti les ha dado una gran lección de valores, moral y principios a otros Presidentes inmorales que han vendido su dignidad y la de sus pueblos por unos cuantos petrodólares que les ha regalado la dictadura venezolana, sin importarles la situación por la que atraviesa la patria de Bolívar, donde el sólo asomarse a la puerta de la casa le puede costar la vida a un ciudadano por la inseguridad desbordada que existe, siendo uno de los países más violentos y peligrosos del mundo; sin importarles que la corrupción en Venezuela es la más brutal, jamás nunca vista en nuestra historia, convirtiéndose el gobierno en un verdadero régimen cleptocrático; sin importarles que Venezuela tiene la segunda inflación más alta del mundo; sin importarles que en Venezuela el sistema de salud está colapsado y que los pacientes se mueren por las deficientes infraestructuras médicas y la falta de recursos; sin importarles que en Venezuela las escuelas públicas se caen a pedazos por falta de mantenimiento gubernamental; sin importarles que en Venezuela se persigue a la disidencia política y se les excluye de cualquier empleo público y de cualquier beneficio estatal; sin importarles las gravísimas violaciones a los derechos humanos que comete el Estado impunemente sin control de ningún otro Poder ya que no existe separación y autonomía entre los Poderes Públicos.
Esos Presidentes que reciben nuestro dinero a costa de nuestras necesidades y problemas; no tienen moral ni ética para entrometerse en los asuntos de HONDURAS porque solo lo hacen para seguir recibiendo gratuitamente los dólares y el petróleo venezolano, sin importarles la democracia y la libertad de los pueblos.
Por eso, entre tanta basura, se ha levantado un gigante, un coloso con una dignidad extraordinaria y difícil de encontrar en los tiempos actuales: el Presidente Micheletti; quién ya no es sólo admirado por su pueblo sino que es admirado por millones de latinoamericanos que deseamos tener muchos Michelettis en nuestros países.
Ya es hora de que otros Presidentes, también víctimas de los desafueros de Chávez, se pongan de pie y ayuden a nuestros hermanos hondureños e impidan que estas fuerzas retrógradas puedan alcanzar sus objetivos. HONDURAS necesita que los Presidentes Alvaro Uribe, de Colombia; Ricardo Martinelli, de Panamá; Alan García, de Perú, entre otros, se solidaricen y protesten enérgicamente la conducta intervencionista de Chávez y ahora de Lula da Silva en HONDURAS. Si no lo hacen, la democracia latinoamericana estará en peligro y ustedes serán los próximos. Tengan la seguridad que los nuevos objetivos del comunismo serán Colombia, Panamá y Perú. Ustedes tienen la palabra, de lo contrario llorarán como mujeres lo que no pudieron defender como hombres.
En este sentido resulta insólito, que el régimen de Chávez haya entregado la réplica de la espada de nuestro Simón Bolívar y la Orden del Libertador al Presidente de Libia Muammar Gadaffi; de Zimbabwe, Robert Mugabe; y a los hermanos Castro de Cuba, cuatro de los peores dictadores del mundo, de los más genocidas, sanguinarios y corruptos de la historia de la humanidad. Esto demuestra, las verdaderas intenciones del Teniente Coronel Chávez y de cuáles son sus modelos a seguir e imitar.
Por eso, hay que colocar el conflicto hondureño en sus justas dimensiones y hacer ver lo que hay detrás realmente. El presidente Micheletti ha luchado prácticamente sólo contra estas fuerzas poderosas y llenas de dinero que han financiado al señor Zelaya y a sus hordas criminales que han destruido parte del país demostrando que no aman a su patria ni a sus hijos.
El Presidente Micheletti ha demostrado ser un verdadero estadista y un defensor de la democracia; y si tiene éxito, como todos deseamos, y logra culminar victoriosamente su misión, seguros estamos que pronto será considerado como el nuevo Libertador de América, por haber libertado a HONDURAS del comunismo y haber sembrado la semilla de la liberación del castro chavismo en el resto del continente americano, y en consecuencia, sería merecedor de la réplica de la espada de Bolívar y de la Orden del Libertador, las cuáles deberán ser entregadas, en justicia, por el gobierno democrático y decente que sustituya a la actual cleptocracia venezolana.
El MAR me habló de su grandeza, de su fuerza y de su inmensidad...Yo le hablé de HONDURAS, de su Pueblo y de sus Instituciones y se sintió pequeño...(Parafraseo del Poema de Jorge Sarabia)

¿QUIEN DIJO QUE EN HONDURAS NO HAY PETROLEO?


¿QUIÉN DIJO QUE EN HONDURAS NO HAY PETRÓLEO?

Virginia Contreras*

Sumario: La situación política de Honduras, a raíz de la salida del Presidente Manuel Zelaya de la presidencia de la República, es de una profunda volatilidad. Estando a dos meses para realizarse las elecciones presidenciales, y después de que el gobierno interino de ese país hubiera sorteado toda clase de obstáculos, entre ellos la suspensión del estado, del sistema interamericano por parte de la Organización de los Estados Americanos (OEA), persiste la intranquilidad.
A medida que se acerca el 28 de Noviembre, oportunidad fijada por las autoridades electorales hondureñas para el proceso eleccionario, la paz y libertad necesarias para la realización del mismo, se ven amenazadas. La razón es obvia: si consideramos que el presidente depuesto persiste en su intención de recuperar el poder (para cuyo efecto se ha trasladado subrepticiamente hasta la embajada de Brasil en la capital hondureña), es lógico concluir que su único objetivo está dirigido a impedir por cualquier medio las elecciones. Con elecciones realizadas, y con el transcurrir irremediable del tiempo, las aspiraciones del Presidente Zelaya se habrán evaporado.
Muchas son las teorías que se tejen a raíz del ingreso del Sr. Zelaya a Honduras; particularmente porque ha debido contar con la colaboración de algún jefe de estado para poder cruzar la frontera. Adicionalmente, éste ha contado con el apoyo del gobierno del Brasil, el cual le ha facilitado cobijo y le ha permitido realizar todo tipo de proselitismo a fin de convocar a sus seguidores a diversas actividades políticas. No estamos interesados en conocer las aventuras del depuesto presidente en su travesía fronteriza, pero evidentemente que existen muchas dudas respecto a los motivos por los cuáles algunos gobiernos democráticos del continente decidieron inmiscuirse en un asunto que le compete exclusivamente a Honduras. Por tal razón hemos considerado de vital importancia el conocer qué intereses, aparte de la relación de hermandad que pudiera existir entre estos jefes de estado y el Presidente Zelaya, han podido prevalecer para que países de reconocida disciplina diplomática, como el caso del Brasil, hayan decidido echar al traste el respeto que su imagen internacional había acumulado durante décadas, en beneficio de tan peculiar personaje.
Entre Zelaya y Micheletti
Podríamos tratar de explicar, con elementos más que justificados, las razones por las cuáles la situación de Honduras pareciera haberse estancado. Una de las causas puede atribuirse a la falta de previsión de parte de quienes posteriormente se convertirían en las autoridades del gobierno de ese país, frente al caos creado a raíz de la salida de Zelaya de Honduras. El caso es que si analizamos las declaraciones de los representantes de la comunidad internacional, tales como jefes de estado, miembros de organismos internacionales, diplomáticos y medios de comunicación, concluiremos que todavía como que no se tiene muy clara la razón de la crisis. Esa lucha entre la defensa de la democracia hondureña, encarnada por las actuales autoridades de ese país, versus el intento de perpetuarse en el poder, de parte de Manuel Zelaya, pareciera haberse diluido en la mente de muchos ciudadanos. Un ejemplo elemental lo apreciamos al escuchar los calificativos que infinidad de personas, y medios de comunicación, continuamente realizan respecto al actual gobierno hondureño y a su presidente interino, en los cuales les adjudican los términos de, “presidente de facto” o “gobierno golpista”.
Esta confusión que persiste respecto a la situación de ese país, no sólo obedece a la falta de claridad de los hechos vinculados a la salida de Zelaya del poder. La razón fundamental de la duda, por lo menos en los actuales momentos, responde al exceso de protagonismo que han venido desarrollando, tanto Manuel Zelaya, como el actual Presidente, Roberto Micheletti. Estos, en vez de permitir decantar la situación, han convertido la discusión en un ring de boxeo político, compuesto de dimes y diretes, marchas y contramarchas; de tal forma, que ambos personajes han venido erosionando su posición. Mientras esta situación persista, mucho más difícil será resolver la crisis política.
¿Qué está pasando?
Bajo el asombro de todos, el pasado 21 de septiembre, después de algunas tentativas para ingresar a territorio hondureño, el Sr. Zelaya regresó a su país. A pesar de que las primeras noticias anunciaban el traslado de ex Presidente Zelaya a las oficinas de las Naciones Unidas en Tegucigalpa, éste decidió alojarse en la embajada del Brasil. A partir de ese momento, hasta el sol de hoy, permanece Manuel Zelaya, presidente depuesto de Honduras, en dicha sede diplomática. Allí vive. Allí despacha, allí emite declaraciones políticas y convoca a sus seguidores a todo tipo de actividades; y todo esto bajo el amparo de una nación extranjera. Por su parte, los seguidores del presidente depuesto, según lo destacan los medios de comunicación, se han encargado de todo tipo de destrozos a establecimientos comerciales, saqueos, agresiones a la población, y en general daños a la propiedad privada y amenazas a la vida de los ciudadanos.
Como consecuencia de tales hechos, el gobierno hondureño ha decretado en diversas oportunidades el toque de queda a fin de limitar los momentos de las manifestaciones públicas, así dichas agresiones. De igual forma, en fecha 26 de septiembre, el presidente interino ordenó la publicación de un Decreto de Suspensión de Garantías Constitucionales por el lapso de 45 días, así como el cierre de dos medios de comunicación, aparentemente vinculados con las convocatorias que ha venido ejerciendo el Sr. Zelaya. Estas medidas, como era de esperarse, han recibido el rechazo de importantes sectores de la comunidad nacional e internacional; a tal punto que el mismo presidente interino ha manifestado su intención de revocarlas.
¿Qué han hecho algunos gobiernos frente a la situación política de Honduras?
Frente a la crisis hondureña han participado de manera muy particular algunos gobiernos del continente americano a favor del presidente depuesto. Uno de los primeros en apoyar irrestrictamente al mandatario Zelaya fue el Presidente venezolano Hugo Chávez, quien además de convocar a los países del “ALBA”, así como de solicitar la intervención de la OEA (e incluso hasta de requerir la intervención del gobierno norteamericano), amenazó con restituir por la fuerza a Zelaya en el poder.
Nicaragua ha sido otro estado cuyo gobierno facilitó su territorio para que el saliente presidente intentara ingresar a su patria por una de sus fronteras. Curiosamente el canciller de ese país hace algunos días denunció ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, “la existencia de un plan orquestado por el Presidente Micheletti para asesinar a Zelaya dentro de la sede diplomática del Brasil”.
El gobierno de los Estados Unidos también ha intervenido en esta lamentable situación, hecho que no ha sido del todo bien visto por la población norteamericana. Esta ha apreciado las discrepancias políticas que se han creado dentro de las distintas instituciones del estado sobre el tema de Honduras.
Ante las declaraciones del presidente Barack Obama a favor de la restauración en la presidencia del Sr. Zelaya, sin que hubiera realizado ninguna mención a la violación a la Constitución hondureña por parte de éste, los analistas han evaluado diversas hipótesis para tratar de entender la conducta del jefe de estado estadounidense. Hay quien le atribuye este error de criterio del Presidente Obama a la ascendencia que poco a poco ha venido adquiriendo en la Casa Blanca el abogado Gregory Craig, quien se ha convertido en uno de sus asesores más influyentes, y quien fuera conocido en el mundo político por su participación en defensa de los intereses del dictador Fidel Castro, y del padre del niño Elián González, aquel pequeño balsero cubano cuya permanencia en los Estados Unidos fuera disputada durante la presidencia de Bill Clinton. Otros justifican su conducta debido a la influencia de otro de sus más cercanos asesores, Daniel Restrepo, miembro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y cuyos consejos han sido vitales para que el Presidente Obama sugiriera la apertura del gobierno estadounidense ante el gobierno cubano, así como ordenara el cierre de la prisión de Guantánamo.
Pero la molestia ante la actitud del presidente norteamericano ha llegado a otras instituciones del estado. Tanto es así, que la postulación que el Presidente Obama hiciera del Sr. Arturo Valenzuela, como Sub Secretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, y de Tom Shannon, como Embajador de los Estados Unidos ante la República Federativa del Brasil, ha sido retrasada por solicitud del Senador conservador Jim DeMint, quien invocó su derecho a pedir a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que pospusiera la votación para confirmar a los candidatos nominados. De igual forma resulta patente la molestia por la política norteamericana frente al caso hondureño, cuando este mismo senador, acompañado de otros 16 más, se ha dirigido a la secretaria de estado, solicitándole un cambio de posición en el caso de Honduras. Por si esto fuera poco el Embajador Alterno de los Estados Unidos ante la Organización de los Estados Americanos, Lewis Amselem, en la sesión del Consejo Permanente del organismo multilateral, el 28 de septiembre, ante el asombro de todos, afirmó que, “Zelaya tiene que portarse como un líder y enviar mensajes claros que expresen puntos de vista de manera pacífica, tiene que dejar de hacer acusaciones y de actuar como si fuese una estrella de cine". Estas afirmaciones, coincidentes con la evidente omisión por parte del Presidente Obama, y la secretaria de estado, de seguir calificando (como inicialmente lo hicieron), como “golpe de estado” a los sucesos hondureños, dan mucho qué pensar en relación a la confusión que existe dentro de dicho gobierno frente a Honduras. Pero así como demuestra la duda que existe en relación con el mismo, igualmente abre la esperanza del reconocimiento de las elecciones presidenciales hondureñas, inicialmente negado por el país del norte.
Hay muchos otros gobiernos que han manifestado su apoyo al Presidente Zelaya. Podríamos mencionar al caso del Presidente Felipe Calderón, de Méjico. Éste al parecer no obtuvo muy buenos réditos con sus atenciones para con el presidente depuesto. En efecto, habiendo transcurrido si acaso 24 horas de su llegada al país, ya el defenestrado presidente había hecho de las suyas, al emitir declaraciones frente a grupos opositores de su anfitrión, en detrimento de éste. Como fuera del conocimiento público, esta circunstancia obligó a las autoridades mejicanas a invitar al huésped de honor a abandonar prontamente territorio mejicano.
El jefe de gobierno español ha sido otro de los que ha manifestado su apoyo irrestricto, como lo reiteró el Sr. Rodríguez Zapatero en la recién Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí, curiosamente declaró el gobernante español, que, “ya basta de golpes de estado antidemocráticos”. Contrariamente a sus intereses de demostrar su talante democrático, este hecho fue comentado en las instancias internacionales como un reconocimiento a la realización de “golpes de estado democráticos”.
En fin, que si por el apoyo al presidente depuesto fuera, seguramente que ya Manuel Zelaya estuviera en el poder.
El caso de Brasil
La situación del Brasil amerita una consideración especial. La República Federativa del Brasil ha sido reconocida en el mundo como la escuela de la diplomacia. De allí que cuando de violaciones al principio de la soberanía de los estados se trata, se contraponga dicha circunstancia a la conocida escuela de la diplomacia de “Itamaraty”. No en vano uno de los grandes juristas brasileño, Ruy Barbosa, durante la Conferencia de La Haya, en 1907, manifestó de manera contundente los valores emanados del primer país de la América del Sur al afirmar, "la soberanía es la muralla de la patria".
El hecho es que hace aproximadamente una semana el presidente depuesto hizo acto de presencia en la embajada del Brasil, en la capital hondureña. Para dar una idea de la inclinación del gobierno brasileño, recordaremos las palabras del presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, quien encontrándose en Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, durante un discurso transmitido por el canal de noticias de Brasil Globo News, se refirió a la situación de Honduras, declarando que “No podemos aceptar más un golpe militar”, y agregando, “No cabe entregar a Zelaya… No tenemos el derecho de aceptar que alguien se crea con derecho para sacar de su cargo a una persona elegida democráticamente”.
La actitud asumida por el gobierno del Brasil ha causado alarma en importantes sectores del mundo político de dicho país, así como de la comunidad internacional. Representantes de los más importantes partidos políticos brasileños solicitaron a su mandatario que explicara las condiciones en las cuáles se encontraba el Sr. Zelaya dentro de la sede diplomática. Esto en vista de que hasta el momento el gobierno del Brasil se ha negado a aclarar, tal y como le ha sido exigido por las autoridades hondureñas, el verdadero estatus de Manuel Zelaya dentro de su territorio.
Algunos analistas políticos han atribuido la molestia causada en un importante sector de la sociedad brasileña al hecho que, con la posición adoptada por dicho gobierno, esa imagen de respetuosos inquebrantables del principio de no injerencia en los asuntos internos de los estados, costará mucho tiempo para restablecerse. De allí que el propio Congreso del Brasil, en boca del Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa, Eduardo Azevedo, haya exigido la presencia del Canciller Celso Amorín, a fin de que explique las razones por las cuales el gobierno del Brasil ha colocado en una posición tan delicada a su país, circunstancia, que a su juicio, podría conllevar a “un conflicto internacional”. De igual forma el Presidente del Partido Popular Socialista del Brasil declaró que, “Como no se trata de un asilo, lo que parece haber ocurrido es una participación de la diplomacia brasileña en una acción clandestina y en una clara interferencia en asuntos internos de otro país”.
Algunos estudiosos se preguntan con ironía, qué respuesta podría facilitar al mundo el conocido asesor especial del Presidente Lula Da Silva, Bottom of Form
Marco Aurelio García, quien el 14 de Junio de este año, reafirmaba de manera contundente ante el diario O Estado, de Sao Paulo, ''Brasil no tiene por qué estar dando certificados de buena conducta o de mala conducta alrededor del mundo''. Estas mismas personas consultadas manifiestan no sentir sorpresa por la conducta asumida por dicho gobierno, al recordar cómo (por destacar un ejemplo), en este año la actitud de Brasil ha sido tan benevolente frente a temas sensibles, en materia de su política exterior, como la defensa de los derechos humanos. Nos estamos refiriendo a las resoluciones de las Naciones Unidas emanadas del Consejo de Derechos Humanos, en donde Brasil se ha venido alineando con los intereses de los países totalitarios.
Para muestra recuerdan cómo en el mes de febrero del año en curso, mientras se revisaba la situación de los derechos humanos en Cuba, Brasil tuvo la originalidad de declarar que, “celebraba la postura constructiva de Cuba en el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas”. Un mes después, Brasil se abstuvo de votar en la resolución para continuar el monitoreo de derechos humanos en Corea del Norte, en donde de acuerdo con las Naciones Unidas se han venido investigando denuncias sobre ejecuciones y la existencia de campos de trabajo forzado. Igualmente en marzo Brasil evitó votar a fin de detener la solicitud africana de intentar bloquear las investigaciones de las Naciones Unidas sobre los atropellos del gobierno de la República del Congo en contra de la población de ese país. De igual manera en mayo, Brasil se abstuvo de votar la resolución para frenar el monitoreo de violaciones contra los derechos humanos en Sri Lanka, denunciadas como “crímenes de guerra” por las Naciones Unidas.
De igual forma, y en absoluta contradicción con las palabras del asesor García, y con su conducta actual, en septiembre del 2008, el presidente Lula, al confirmar que ayudaría a Bolivia a desmantelar grupos armados en el departamento de Pando, en la frontera brasileña, declaraba que, “Si el embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg, se inmiscuyó en asuntos internos, su par Evo Morales hizo bien en expulsarlo. Ni pensar en una injerencia brasileña en Bolivia, mucho menos con tropas". En un anticipo de la agencia de noticias del Brasil, citado por Télam, de una entrevista que el mandatario ofreció, agregó que, "tampoco es de hoy la famosa interferencia de las embajadas estadounidenses en varios momentos de la historia del continente americano".
Así las cosas, en la actualidad Manuel Zelaya se encuentra alojado en la embajada del Brasil en la República de Honduras, resguardado por aquel gobierno, bajo condiciones y características desconocidas para el mundo. Todo esto además en flagrante violación a las normas y tratados internacionales, como la Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas, de la cual Brasil es país signatario, las resoluciones que sobre la materia han sido dictadas por organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos, así como la legislación interna de ese país, instrumentos todos éstos que contemplan la prohibición expresa de intervenir en los asuntos internos de los estados.
¿HONDURAS, LA POBRE?
Mucho se ha especulado respecto al porqué tantos gobiernos y organizaciones internacionales del mundo parecieran haberse encaprichado contra Honduras, al pretender sancionar a esta nación por circunstancias similares por las cuales protegen a otros gobiernos. El consenso pareciera adoptar la tesis de la poca importancia de este país centroamericano, el cual lo ha colocado en una situación de minusvalía frente a otros. De hecho nadie podría imaginar una posición similar a la adoptada por el gobierno del Brasil, si en vez de Honduras el país involucrado fuera Venezuela, Colombia, Chile, o los Estados Unidos.
En los actuales momentos Honduras es considerada el tercer país más pobre del continente, después de Haití y Nicaragua. Si a esto le sumamos el efecto de la crisis económica mundial, la situación es mucho menos alentadora. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la CEPAL, Honduras será uno de los países de la región donde la contracción económica será más fuerte este año. Según las proyecciones del organismo, el país asumirá una caída de -2.5% en su Producto Interno Bruto, PIB.
No obstante las consideraciones anteriores, al parecer existe otra posible y extraordinaria circunstancia que podría explicar qué intereses estarían detrás de la actuación de ciertos gobiernos del continente en relación con la situación política hondureña.
Señalan algunos expertos consultados, que una de las motivaciones a esta conducta por parte de ciertos gobiernos, como los de Brasil y Venezuela, podría estar vinculada al resultado de ciertos estudios que, años atrás, expertos rusos habrían realizado en la plataforma continental del Caribe hondureño, en donde hallaron indicios de la existencia del tan codiciado petróleo. Tal y como fue confirmado por el funcionario Renato Escanete, miembro de la comisión brasileña que se trasladó a Honduras en su oportunidad, la compañía Petróleos de Brasil (Petrobras) haría exploraciones en ese país, en base a un convenio que el pasado año impulsaron autoridades de Brasilia que se trasladaron a Tegucigalpa. Esa comisión la integraron igualmente los ciudadanos brasileños, Mónaco de Carvao, asistente de la Dirección Internacional, y Juan Mor, analista en oportunidades internacionales.
La información no quedó allí. Según el gerente general de Abastecimiento de Petrobras, durante una visita realizada por el Presidente Zelaya a Brasil, el presidente hondureño, al parecer habría avanzado en un acuerdo de cooperación energética que daría paso a las exploraciones.
Debemos aclarar que las investigaciones petroleras que dieron origen a estas circunstancias datan del año 2005, durante la presidencia de Ricardo Maduro, cuyo gobierno anunció en aquel momento que presentaría las bases de licitación para la explotación de yacimientos de petróleo en la costa atlántica hondureña. La información fue suministrada entonces por quien ocupara el cargo de ministra de Recursos Naturales y Ambiente, Patricia Panting. La referida funcionaria confirmó ante los medios de comunicación en aquella oportunidad que la zona donde inicialmente se harían las exploraciones sería la línea marítima entre Tela y La Mosquitia, en la costa atlántica.
Adicionalmente ya para el año 1999 una delegación de científicos rusos del Instituto de Exploración de Reservas de Petróleo de Rusia conformada por los geólogos Aleskesei E. Kontorovich, Michael D. Belonin y Leonid F. Khilyuk había confirmado al gobierno hondureño la existencia de un primer yacimiento petrolero en la costa atlántica. Dichos expertos incluso indicaron la necesidad de una inversión de unos 100 millones de dólares en las exploraciones, particularmente en lo relativo a la perforación de pozos en la plataforma continental. Indicaron igualmente que las pruebas arrojaron que el petróleo encontrado en Honduras carece de azufre y es más liviano. De igual forma destacaron que, la existencia de petróleo en el yacimiento podría ser de 3 billones de toneladas, lo que indicaría que se podrían explotar unas 7 mil toneladas al año. Esta información sería el complemento de las exploraciones que mucho antes, para 1996, expertos del Instituto de Geofísica del Japón iniciarían y que concluyeron en 1997, pero cuyos resultados no se dieron a conocer. Así mismo, a finales de los años 80, la Fundación Gunerman de Estados Unidos, y otro grupo de empresas japonesas, hicieron investigaciones de búsqueda de petróleo en Honduras.
Los datos obtenidos en las investigaciones harían ver que paralelamente a estas negociaciones que el depuesto presidente estaría realizando con la empresa Petrobras y el gobierno del Brasil, el Presidente Zelaya supuestamente adelantaba también conversaciones con otras empresas explotadoras del crudo. Funcionarios entrevistados señalan que para agosto del año pasado, Zelaya fue el anfitrión de la II Cumbre Extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno del “ALBA”. En uno de los actos conexos con la Cumbre, los asistentes firmaron un documento que correspondería a la “prospección y producción petrolera en el Caribe hondureño”. Estas operaciones habrían sido asignadas por el Presidente Zelaya a una empresa avalada por el “ALBA”, llamada “Energía, Gas y Petróleo”, la cual se encargaría de efectuar los estudios correspondientes, y bajo la coordinación del Estado hondureño, para desarrollar el plan de producción y comercialización. El contenido del referido acuerdo nunca fue informado públicamente, aún cuando empresarios y diputados del Parlamento hondureño, opositores al gobierno, insistieron que Zelaya diera a conocer su contenido. Pero las investigaciones sobre estos interesantes hechos van más allá, en fecha 29 de marzo del presente año, el diario la Prensa, en uno de sus espacios de “Negocios” publicaba una información suministrada por el entonces Ministro de Recursos Naturales y Ambiente, Tomás Vaquero, en donde manifestada que “la empresa estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA, estaba interesada en explorar petróleo en Honduras”.
Lo sorprendente de esta información suministrada no fue únicamente el abrir una esperanza a un país que merecía una mejor fortuna, sino descubrir en el mismo periódico, en la “sección 3.-”, otra información complementaria que demostraría hasta qué punto el gobierno hondureño venía adelantando sus acciones. La referida noticia correspondía parcialmente a la siguiente: “…Noruegos ya iniciaron exploración: Honduras firmó un convenio con la Petroleum Geo Services, PGS, que realizará estudios en 10 mil kilómetros de líneas sísmicas del mar territorial de Honduras, para posteriores exploraciones de crudo durante los próximos diez años. A finales de febrero pasado iniciaron las primeras exploraciones a través de un barco equipado con sensores de búsqueda geológica (buque Falcon Explorer). Al concluir el proceso, el Gobierno determinará a qué empresa concederá derechos de explotación en caso de hallarse petróleo en el subsuelo marino. PGS invertirá en la realización de los estudios en Honduras alrededor de 23 millones de dólares, que recuperará al vender los estudios a cualquiera de las firmas que manifestaran interés de hacer exploraciones, indicó Vaquero. El gerente de desarrollo de PGS, George Buzan, explicó que los análisis se llevarían a cabo entre febrero y marzo próximos, y que su duración (máxima legal) será de diez años”.
Adicionalmente a las empresas petroleras mencionadas, la posibilidad de explotar petróleo en un área como la señalada igualmente abrió el apetito de las tradicionales compañías transnacionales de la talla de “Chevron”, “Exxon Mobil” y “Shell”, e incluso una de ámbito local (“Dippsa”), aún cuando PDVSA, (amparada en el “ALBA”) y Petrobras, fueron las que al parecer mantuvieron el interés del entonces Presidente Zelaya.
Lo antes expuesto no son sino pequeños detalles de lo que sería una investigación mucho más profunda. Con ello hemos tratado de explicar lo inexplicable; y es que resulta increíble que una pequeña nación, como Honduras, haya sido objeto de violaciones descaradas a su soberanía, sin que pareciera que hubiera interés alguno en contribuir a la preservación de la democracia en ese país. El tiempo ofrecerá respuestas que en este momento resulta inconveniente adelantar; aún cuando providencialmente ya han venido apareciendo retazos de la historia. Por lo menos así lo aseguran quienes se han encargado de ordenar la documentación encontrada en la caja fuerte del depuesto presidente, y en cuyo interior aparecería un voluminoso documento, de aproximadamente 40 páginas, titulado “Petroleum Geo Services, PGS. Preliminar Report” (Confidencial).
Conclusiones
No es fácil hacer conclusiones cuando los hechos aún están por producirse. Quiéranlo reconocer o no, las elecciones presidenciales del mes de noviembre en Honduras marcarán el final de un tiempo en esa pequeña nación centroamericana. Manuel Zelaya lo sabe, como igualmente lo saben los Presidentes Hugo Chávez y Lula Da Silva.
Es posible que las acciones ejecutadas por el actual gobierno de Honduras no hayan sido perfectas en un cien por ciento. Nunca lo son. Si los sucesos en Honduras se hubiesen manejado de una manera irresponsable, a estas alturas probablemente se hubiera dado al traste con la democracia de ese país. Afortunadamente esto no ocurrió.
Las actitudes asumidas por algunos gobiernos, como el de los Estados Unidos, no sólo no han contribuido a solucionar la crisis en Honduras, sino que las han empeorado al intentar acorralar a las autoridades de este país de una manera innecesaria e inhumana.
Lamentablemente el gobierno del norte, no sólo demostró un desconocimiento asombroso de las realidades de los pueblos latinoamericanos, sino una gran improvisación en su política exterior (hecho que puede apreciarse no sólo frente a la América Latina, sino en relación con casos sensibles como el del Medio Oriente). Pero aún bajo esta lamentable premisa, el mundo pudo apreciar un ejemplo digno de considerar; y es que si bien es cierto que las autoridades gubernamentales de los Estados Unidos cometieron errores, las instituciones del estado han podido reaccionar a fin de impedir que tales errores fueran capaces de producir un daño irreparable para la imagen de su nación.
Una de esas instituciones es el Congreso de los Estados Unidos. Allí, nadando contra la corriente, se han producido acciones concretas para frenar los efectos de la mala política del gobierno en el caso de Honduras. Los ejemplos pudieron apreciarse en la actitud asumida por aquellos senadores y miembros de la cámara de representantes, que se han dirigido repetidas veces, tanto al Presidente Obama, como a la secretaria de estado, requiriendo una rectificación frente al caso hondureño. Dichas acciones han sido complementadas con la negativa a aceptar la postulación de dos importantes funcionarios al servicio de la secretaría de estado. Esto último probablemente no haya servido hasta el momento para modificar las medidas dictadas por el poder ejecutivo, pero evidentemente han sido importantes como mecanismo de presión. De igual forma algunos miembros del Congreso estadounidense se han trasladado, y otros en los próximos días lo harán, hasta la nación centroamericana a fin de constatar por sus propios medios la realidad de ese país. Digno de comentar es la discusión que algunos congresistas han propuesto a fin de lograr el reconocimiento de las elecciones a efectuarse en Honduras, circunstancia que hasta el presente ha sido vetado por la Secretaria de Estado, Hillary Clinton.
De igual forma podemos hablar de otras naciones. Las acciones tomadas por el gobierno del Brasil tomando partido por el Presidente Zelaya, son un hecho, que más que dañar a la humilde Honduras, han abochornado profundamente a la sociedad brasileña. Las consecuencias para su imagen, su credibilidad, su respetabilidad, aún están por verse; pero así como pudimos observar en el caso del Congreso norteamericano, similar reacción se ha visto en el Congreso del Brasil. De hecho la cámara del senado de ese país ha exigido de manera contundente al jefe de estado, una explicación en relación con el uso de su sede diplomática como comando de campaña del depuesto presidente. Lo interesante del caso es que ha sido el propio Parlamento quien ha calificado la actuación de su gobierno como, “una inadmisible intromisión en los asuntos internos de los estados”.
Las relaciones internacionales entre estados se basan en una política exterior centrada fundamentalmente en sus intereses, no en sus amistades. Pero esas relaciones tienen como instrumento la confianza y el respeto existente entre las distintas naciones del mundo. De allí que esta situación que se ha creado a raíz de un asunto meramente interno, como lo fue la salida de un jefe de estado, por razones de inconstitucionalidad e ilegalidad, en donde se ha involucrado una potencia suramericana, marcará una diferencia en la manera como de ahora en adelante se manejarán esas relaciones.
En el caso de los Estados Unidos, su gobernante tendrá que aprender que en la América Latina no basta ser simpático para ser respetado; y que así como en su país existen valores como el de la democracia, la justicia, la paz y la libertad, en Honduras también los hay.
En el del Brasil ahora su gobernante habrá entendido que no se puede atropellar a un pueblo, por muy humilde que parezca, sin que esto no traiga consecuencias; y que quien desea formar parte de un organismo tan importante, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no solo debe quererlo, sino merecerlo.
En el caso de Venezuela, su gobernante una vez más tendrá que comprender que por mucho petróleo que dicho estado posea, si este recurso no viene acompañado de otros, intangibles, pero no menos valiosos, como la moral y la ética internacional, tarde o temprano llevará a esa nación al fracaso.
En relación con organismos como la Organización de los Estados Americanos, la lección los ha golpeado en su propia casa; y es que para que un funcionario de la talla del representante alterno de los Estados Unidos ante la OEA, se haya atrevido a criticar, tanto al presidente depuesto, como a la misma organización, es que definitivamente la vergüenza ha debido hacer estragos en el Departamento de Estado. Esto sin profundizar en el hecho de que habiéndose adelantado a emitir opiniones el organismo hemisférico, sancionando precipitadamente a un estado, sin agotar el diálogo necesario entre las partes involucradas, dicha organización quedó fuera del juego anticipadamente.
Hace unos días un grupo de empresarios, y representantes de éstos ante el gobierno hondureño, presentaban una evaluación de las pérdidas producidas con ocasión de esta infortunada situación. A juicio de éstos, las mismas ascienden a un monto aproximado de cuatrocientos cincuenta millones de dólares. Definitivamente que ésta es una cantidad muy alta para un estado tan pobre, como Honduras; pero cabría preguntarnos, ¿Cuánto pagarían algunos pueblos, como el de Venezuela para recuperar su libertad?

· Ex Embajadora de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos
Octubre 2, 2009