jueves, 7 de enero de 2010

MANUEL ZELAYA PARIA POLITICO

Manuel Zelaya es ahora un paria político
El Nuevo Herald 31 de diciembre de 2009
Por CASTO OCANDO
Seis meses después de derrocado en una polémica acción militar, calificada de golpe de Estado por la mayoría de la comunidad internacional, el ex presidente Manuel Zelaya encara un futuro cada vez más oscuro, con la posibilidad de sufrir una extensa condena de prisión, o un largo exilio. Ya sin el cuantioso apoyo de los que hasta hace poco fueron sus más entusiastas defensores --Venezuela y Brasil--, Zelaya no tiene por ahora un país que pueda recibirlo después del 27 de enero, cuando el presidente Porfirio Lobo, electo en noviembre, tome formalmente posesión de su cargo. Si decide permanecer en Honduras, deberá enfrentar severas acusaciones, que abarcan desde traición a la patria hasta uso irregular de dineros públicos, que podrían asegurarle décadas de prisión. En una muestra de su debilitada posición, Zelaya solicitó el 20 de diciembre asilo político al gobierno de Estados Unidos, el mismo país para el cual tres semanas antes había pedido las más duras sanciones a la Organización de Estados Americanos (OEA), bajo el argumento de que no le estaba prestando el apoyo suficiente para recuperar el poder. Incluso luce remota la posibilidad de un acuerdo político para obtener una amnistía del gobierno de Lobo. El propio Zelaya desconoce la legitimidad del nuevo gobierno, y en la mediación conducida por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, el tema del perdón al ex mandatario quedó fuera de la agenda. "Darle la amnistía a Zelaya va a ser un problema muy complejo''', dijo Diego Arria, diplomático venezolano que presidió el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y que actuó como observador en las pasadas elecciones de Honduras. Por un lado, explicó Arria, Zelaya persiste en una actitud revanchista y desconocedora del nuevo gobierno y, por otro, puede convertirse en un factor de desestabilización si permanece en el país. Agregó que Zelaya enfrenta cargos que por principio no pueden recibir el perdón de una amnistía, como el uso irregular de dineros públicos. De acuerdo con un informe del Tribunal Superior de Cuentas de Honduras, dado a conocer el mes pasado, Zelaya está acusado de usar irregularmente más de $10 millones para financiar sin controles administrativos un estilo de vida que incluía el uso frecuente de helicópteros privados, y habitaciones de lujo para sus colaboradores. En total, Zelaya está acusado de 16 cargos, el más grave de los cuales es el de traición a la patria, por haber intentado modificar la Constitución hondureña para reelegirse, una acción específicamente condenada en las llamadas cláusulas "pétreas'' de dicha carta magna. Pero el más importante obstáculo para Zelaya probablemente sea que su situación como mandatario derrocado ya dejó de tener interés en la agenda política del continente. "Es muy difícil saber cuál será su destino, porque es un derrotado políticamente, y ya no es conveniente para quienes le apoyaron'', dijo Michael Shifter, vicepresidente de Diálogo Interamericano, un centro de análisis con sede en Washington, D.C. Según Shifter, Zelaya fue utilizado por el presidente venezolano Hugo Chávez para avanzar su propia agenda política y atacar a Estados Unidos. "Pero ahora es difícil ver qué ventaja política podría sacar Chávez de continuar respaldando a un político derrotado'', acotó Shifter. Añadió que lo más claro que ha quedado hasta ahora es que la derrota de Zelaya significó al mismo tiempo una derrota importante para Chávez. "Fue una derrota para Chávez por dos razones. Una, perdió un aliado importante, el único que no venía de la izquierda y que se cambió de bando; la segunda razón es que es el único aliado de Chávez que perdió el poder, porque los demás, como Ortega y Morales, siguen en el poder'', precisó Shifter. La posibilidad de que Zelaya encuentre un país donde refugiarse no está a la vista, luego de que un intento de obtener un salvoconducto dos semanas atrás para exiliarse en México le fue negado por el presidente de facto Roberto Micheletti. El motivo de la negativa fue que Zelaya pidió salir en calidad de mandatario y no de solicitante de asilo político. Igualmente se ha negado a aceptar el asilo por parte de gobiernos como Brasil y Venezuela, y varios rumores de que se exiliaría en países como Nicaragua, Costa Rica y México han sido negados por él mismo. "No he pedido, no quiero, no acepto ningún asilo político'', declaró Zelaya en una conferencia de prensa el 9 de diciembre en Tegucigalpa. Tampoco descartó la posibilidad de trasladarse a un país aliado para buscar apoyo diplomático, aunque no explicó cómo lograría salir de la sede diplomática de Brasil, fuertemente custodiada por los militares hondureños. Parte de su familia ha tomado un camino distinto. El mismo día del golpe de Estado, su hija menor Hortensia obtuvo asilo político temporal en la embajada de Taiwán en Tegucigalpa. El embajador taiwanés, Timothy Yang, aclaró entonces que el asilo fue concedido por razones humanitarias, ya que la joven acudió en estado de embarazo y con una niña de 5 años. A pesar de la incertidumbre sobre el futuro de Zelaya, la situación en Honduras tenderá a normalizarse, estimaron los analistas. Es muy probable que la mayoría de los países que actualmente no reconocen el gobierno de Lobo, como Brasil, terminen pasando la página y aceptando restablecer relaciones, estimó Shifter. "Ha sido una crisis profunda y hay heridas que necesitan sanarse, pero eventualmente Honduras volverá a la normalidad'', apuntó. Para Arria, aunque Honduras volverá a restablecer sus relaciones económicas y diplomáticas como antes de la salida de Zelaya, éste pudiera convertirse en un factor de perturbación tanto si se queda como si sale del país. "Zelaya en Honduras va a crearle un problema muy serio a los hondureños'', indicó Arria. "Y desde afuera, con el apoyo de Chávez, va a ser un factor de perturbación permanente no sólo para Honduras, sino para Centroamérica''.

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