sábado, 8 de agosto de 2009

OPINION DE UN NICARAGUENSE


Articulo escrito por un nicaraguense...

Lo ridículo llevado a su máxima expresiónPor Jorge J. Cuadra V."Tengo 27 días de no ver a mi familia, tengo derecho de ver a mis hijos, ami esposa, como me lo puede negar esta dictadura," dice con voz de plañiderael aprendiz de conductor de pueblos, Manuel Zelaya.Nelson Mandela estuvo separado de sus hijos, de su esposa, recluido en unamazmorra de la peor dictadura racista que ha conocido el mundo, elApartheid, durante 27 años y a su salida lo estaba esperando la presidenciade África del Sur, con poderes absolutos para instaurar la violencia yvitalicios para inaugurar una dinastía, si él así lo hubiera deseado, perocumplió su período e implantó la paz.Un año por un día es la diferencia entre el gigante africano y el pigmeohondureño y sin embargo, el primero jamás se quejó y llegó por aclamaciónunánime a la presidencia de su país, mientras que el segundo vive llorando ypor eso está fuera de ella por aplastante unanimidad. A Zelaya le gustarobar cámara, demostrando así su congénita cobardía al pisar suelo hondureñosin pasar más allá de las doce pulgadas que es lo que mide un pie, espacioque aprovecha para llamar a la violencia callejera y a la anarquía nacional.Si tanto es el deseo de ver a su familia, que se interne de una vez en elsuelo que tanto dice amar y así les evita, incluida su madre, el riesgo deatravesar territorios donde puede haber caos por culpa de su falta devalentía para afrontar con fortaleza a los que él llama golpistas. En lugarde hacer el show de todos los días en la guarda raya de la frontera paradespués irse a dar la gran vida en un hotel de Ocotal, que se entregue a lasautoridades para que el pueblo vea que por lo menos se expone a estar en unacárcel del gobierno para recuperar la presidencia que según él el puebloentero quiere que se la devuelvan. Allí puede ver a sus hijos, nietos,esposa y madre en la comodidad de una sala para presos especiales, pero estepigmeo de la corte del nuevo césar americano, Hugo Chávez, ni siquiera tienearrestos para ser arrestado y automáticamente convertido en mártir delgobierno Micheletti. Lo que le gusta al cowboy hondureño es ir al volante desu elegante jeep y para darle más colorido a su marcha carnavalesca se haceacompañar por el rambo nicaragüense, el desteñido y marchito comandante ceroque ya no tiene quien le escriba, que le ha prometido que mientras esté a sulado, no le puede pasar nada malo, sin acordarse que cero ya es cero y quedóde apologista del comandante Ortega, para poder dragar el río San Juan, paraque en un futuro los ticos lo puedan navegar.Manuel Zelaya es la vergüenza del partido liberal de Honduras, repudiadodesde el más allá por los iconos liberales Ramón Villeda Morales y ModestoRodas Alvarado, llamado el tigre del liberalismo, que por cierto, es elpadre de Patricia Rodas Baca, ex canciller del ex presidente Zelaya, a quienacompaña y apoya hasta el fondo del abismo con una lealtad que va más alládel partidarismo político.Pero como en todo hay su parte positiva, lo positivo de este sainete cargadode intriga, es que sirvió para desenmascarar las bravuconadas de Chávez, ladocilidad de Ortega, la inutilidad de la OEA, la doble moral de Insulza, eloportunismo del cura Descoto, las ambiciones de Arias por hacer otro viajeremunerado a Estocolmo y la hipocresía de todas las naciones, con losEstados Unidos a la cabeza, que conforman la Organización de EstadosAmericanos, que intentaron, sin éxito porque Castro no quiso, reincorporar aCuba, la dictadura más larga y sangrienta del mundo y expulsaron a Honduras,la defensora más valiente de la democracia y de la constitucionalidad enAmérica.Manuel Zelaya, autorizado irresponsablemente por el presidente Ortega, estállamando a la rebelión armada para poder reinstalarse en el sillónpresidencial. No importa si lo hiciera desde algún lugar de la tierra deLempira, pero lo hace desde la ciudad de Ocotal, involucrándonos en unconflicto en el que no tenemos parte.Las autoridades de Ocotal, junto a la mayoría de sus habitantes, estánexigiendo la salida inmediata de Zelaya del territorio nacional. También laAsamblea Nacional le está pidiendo que abandone Nicaragua y si no lo hace,esperamos que sea el Ejército Nacional, investido con los poderes que le dala Constitución, el que lo haga a culata moderada y lo ponga en su tierrapara encontrarse con el destino que él mismo se labró.La conspiración del neo-marxismo nace en la tierra de Simón Bolívar, pasapor la tierra de José Dolores Estrada, pero Francisco Morazán le puso unalto en su tierra que puede significar la terminación del complot paraimponer la esclavitud del siglo XXI, que desde la Patagonia hasta el ríoBravo, el psicópata de Hugo Chávez nos quiere imponer.
-- Carlos Javier Silva BustamanteCorinsa, 5to. Piso Edificio HSBCGracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (1 Co 1, 3)

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